prologo

Los soñadores compulsivos son aquellos que han logrado ir por la vida manteniendo con gran cintura el precario equilibrio entre la realidad real y la virtual, sin que ninguna le joda a la otra. Este espacio fue creado para drenar la testa de una de estas cabezas de chorlito, porque, como dijo el poeta:
"Qué lindo que es soñar, y no te cuesta nada más que tiempo"

domingo, febrero 14, 2010

No sé mañana

Aquí estoy de nuevo, tras una larga ausencia, parada en la incertidumbre. No sé qué me traerá (o se llevará) san Valentín. Siempre trae fresquete. Sobre todo durante el paso de la corriente El Niño, que últimamente tiene unas frecuencias más raras que el ramal Moreno-Mercedes del Sarmiento. En fin, se anda rifando una patada de vuelta a casa de mamá y papá, y el Marqués compró varios talonarios. No me explayaré en los detalles, porque no vienen al caso. Eso sí: no puede decir que no se lo advertí. Y para decir algunas cosas puedo ser sutil y delicada cual piña en la jeta. Le dije: "si x cosa pasa el sábado, el domingo te las picás" y deberé cumplir con mi amenaza, de lo contrario no me tomará en serio jamás. Así que hoy seré despojada del título de nobleza que había conquistado a través de encanecer antes de tiempo a fuerza de puros disgustos. Afuera, el viento sopla furibundo por momentos. Adentro, me preparo para decir adiós a una vida a medio construir, a la cotidianeidad, a presenciar el amor que se profesan con Casper, al hermanito que soñaba. El viento sopla en mi alma. Rabioso. Un tornado en el corazón. Maldito Valentín, se hubiera quedado en su casa, pero ¡no! así que, a quienes viven un amor o sueñan hacerlo:(y a mí, que me garúe finito).