prologo

Los soñadores compulsivos son aquellos que han logrado ir por la vida manteniendo con gran cintura el precario equilibrio entre la realidad real y la virtual, sin que ninguna le joda a la otra. Este espacio fue creado para drenar la testa de una de estas cabezas de chorlito, porque, como dijo el poeta:
"Qué lindo que es soñar, y no te cuesta nada más que tiempo"

lunes, agosto 08, 2011

Primarios Auxilios

Ya está casi listo para nuestro fastidio un ¿novedoso?, incordioso y dudosamente fructífero trámite a la vuelta de la esquina: La elección primaria. Hay que fumársela, es obligatoria, hay que ir y bancársela como un duque (o una duquesa). Si no vas, después no te quejes si en Octubre no está TU candidato.
¿Qué es lo que se mete en el sobre? Lo mismo que en cualquier otra elección: aunque te guste más de un candidato, PARA CADA CARGO, UNA SOLA BOLETA DE UN SOLO PARTIDO, caso contrario te anulan/impugnan el voto y habrás perdido valiosísimo tiempo (y esas cosas se dejan para la elección general de Octubre, bah, en realidad no, alguna vez yo lo he hecho, pecados de juventud, no estaba de acuerdo con ninguno, pero votar es ELEGIR, no EXPRESARSE, una lección que aprendí aquella vez). Se puede cortar boleta.
Vayamos a lo que vine hoy. Alguna vez me tocó servir a la patria, sin más armas que una caja de cartón precintada, una birome, un sellito y una pila de sobres. Así es, fui presidente de mesa. El telegrama llegó el viernes inmediatamente anterior al gran día. Agua y ajo. No se lo deseo a nadie. Atiendo chicos en el comedor de una escuela, pero a veces los adultos son de lo más pendejos.
De esa experiencia es que, con todo respeto, quiero postear algunas cositas para tratar de sobrellevar lo que les toque el domingo. Que les sea leve:

Si sos presidente de mesa:
Tal vez estarás chocho/a e ilusionado/a por tamaña responsabilidad, pero debo decirte que te tocó la bola negra, qué vachaché. Antes que pierdas la sonrisa, tenés toda la razón, sos un/a elegido/a para un importante deber cívico, estamparás tu ilustre nombre en muchos documentos y no lo harás de onda. Pero escuchá a una boluda:
• Estudiate la ley. En serio.
• El día anterior preparate una vianda. Nada muy pesado ni muy salado, y que puedas comer a lo largo del día. Para tomar, agua sin gas, y tratá de dejarla para lo último. Llevá papel sanitario, en las escuelas no suele haber. Y no queda bien limpiarse con una boleta, tenés que mantenerte imparcial.
• El día D desayuná liviano. Ni se te ocurra tomar mate. Un café cargado es mejor opción.
• Llegá temprano. Es ley, el primero que llega es el último en irse, pero no es excusa.
• Si hay un tacho de basura en el cuarto, sacalo. (No te olvides volver a ponerlo al final)
• Ya iniciado el asunto NO TE SEPARES DE LA URNA. Por las próximas horas, esa caja de cartón es TU HIJA. Si hay que entrar al cuarto oscuro, es mejor quedarte en la puerta, a la vista de todos ( o que te acompañe la fuerza pública para garantizar que no se hagan cosas raras con ella).
• Podés ir cambiando el color de la lapicera y/o el lugar donde ponés la firma en el sobre, pero, por amor de Dios, no firmes un DNI con rosa flúo.
• La foto en el documento NO ESTÁ DE ADORNO.
• Tratá de mantener el buen ánimo. Sé firme, pero cortés. Si tenés que negarle el voto a alguien (por DNI anterior al que figura en el padrón) sé especialmente amable y recomendale que haga la denuncia, si corresponde.
• La gente se va a poner cada vez más pesada y odiosa a medida que pasen las horas. Vos también. Pero no les des motivos.
• No hay prioridad a embarazadas y gente con chicos, más allá de la buena voluntad de los votantes. Si querés aguantarte las plañideras del resto por dejarlos pasar primero, allá vos.
• Si alguien te dice que su familiar ya fallecido figura en el padrón dejá todo y tachalo. Si dicho familiar ya votó, ¡ay, malaya!, te toca impugnar la mesa.
• Si tenés que impugnar un voto o la mesa entera, HACELO. Que no te tiemble la mano. El que manda sos vos. Que decida la Junta.
• Si dentro del sobre encontrás que hicieron un origami con una boleta, están individualizando el voto.
• Solamente vos y el vocal (si está presente) meten mano en los sobres a la hora del conteo.
• Es todo. Ya podés ir al baño tranquilo.

Si sos fiscal:
• Hacete cargo. No se puede parar el comicio cada dos segundos. Tené a mano boletas para reponer, o buscá a tu fiscal general y que te las traiga YA.
• Si te tocaba votar en otra mesa, tomate la molestia de averiguar el número, para dejarlo asentado en el padrón.
• Si tenés dudas de la invalidez de un voto, hacelo constar.
• Es un detalle de humanidad que ofrezcas compartir tu vianda con el presidente de mesa. Le pagan mucho menos y mucho más tarde que a vos y no le van a llevar nada. Seguro te dice que no.

Si sos votante:
• Asegurate que el ejemplar que tenés sea igual o posterior al del padrón. Si no es así, corré a la comisaría. Evitá comerte la cola de gusto y ahorrate (y ahorrale) el mal trago de que el presidente de mesa te diga que no podés votar.
• Preparate la boleta antes. Así te asegurás de votar lo que querés, aún si votás por una feta de mortadela.
• Si ves algún fallecido en el padrón, anuncialo antes que nada.
• No podés entrar con equipaje al cuarto oscuro. No insistas.
• Si faltan boletas, decirlo mientras metés el sobre en la urna es de una chotez total, demuestra tu falta de compromiso, no había lo que querías y metiste cualquier cosa, o nada, en el sobre. ¿Captás la idea?
• No abuses de la (indescriptible, lo admito) sensación de poder que te da meter un papel en un sobre, o acabarás, ya con tu voto dentro de otro sobre con tu huella, ya escoltado por los señores con las armas. Pueden hacerlo.
• No seas cretino. Mientras vos chillás porque llegás tarde al asado, el picadito, el mate con facturas, el pobre tipo/la pobre mina que está ahí sentado llegó mucho antes y se va a ir muuuuucho después que vos, y casi seguro que se está muriendo de hambre, sed y ganas de ir al baño. Pensalo.

Y por último, y para todos los hombres y mujeres vivos que tienen el privilegio de figurar en el padrón, no falten. No es un derecho, es un deber. Nos lo debemos.
Y no se olviden, el voto es secreto. Suerte.