prologo

Los soñadores compulsivos son aquellos que han logrado ir por la vida manteniendo con gran cintura el precario equilibrio entre la realidad real y la virtual, sin que ninguna le joda a la otra. Este espacio fue creado para drenar la testa de una de estas cabezas de chorlito, porque, como dijo el poeta:
"Qué lindo que es soñar, y no te cuesta nada más que tiempo"

lunes, febrero 28, 2011

requiem para una mamadera


Quienes hayan leido mi descripción saben que No soy fan ni del "Torturador de niños" ni de la "Torturadora de madres", pongo por caso. En materia de bebés, el único personaje del cual me declaro fanática es el hipopotamito supertierno de cierta marca de puericultura, y de su mamá hipopótama.
No hace mucho decidí renovar el stock de biberones, porque los de Casper: 1) le quedaron chiquititos, 2) ya estaban gastaditos (y daban vergüencita).
Sabido es también el tema del bisphenol-a. Se juntaron las tres cosas y ¡Bingo! El producto perfecto. Esa, por ser la vedette de las nuevitas, sería para la leche. Lástima que no tuve en cuenta un insignificante detallecito: la razón del calamitoso estado de las memas jubiladas que no es otra que la afición de Casper de hacer daño a cualquier objeto, inanimado o no, que caiga en sus garritas. Un día cualquiera, mientras tomaba el desayuno y sin decir "mamadera va", el susodicho la dejó caer desde 90 cms de altura (en realidad creí ver que la revoleó con toda la fuerza de su manita con hoyuelos a la par que exhibía una sonrisa de malevolencia con todo y cejitas levantadas, pero le daré el beneficio de la duda). Al mismo tiempo unos testigos llamaron a mi puerta. La levanté, la puse en la mesada para lavarla, tomé al niño, despaché a los incordios con celeridad (bueno, con toda la que se puede sin recurrir a la grosería, después de todo, los tipos saben dónde vivís, y andá a saber...) y cuando volví, horror de horrores, un charco blanco rodeaba a la mema del hipopotamito. Tenía una irremediable rajadura ahí donde terminaba la base celeste y empezaba el cuerpo. Estaba herida de muerte, después de sólo dos semanas de uso.
¿Así que no quería tener cosas bonitas? Perfecto. De ahora en más compraré en el bolishopping, ¡qué joder! Y del bisfenol, que lo cuide su abuelita. Mi mami o mi suegra, lo mismo da.
¿Y la mema? Fue canibalizada. Así es, no todo estuvo perdido. Usé las partes sanas en otra. Nada se pierde, todo se transforma. Si no fuera tan mala jardinera, haría una linda macetita de cactus con el cuerpo. Pero capaz que se seca. No, dejá. Escucho sugerencias.