Antes que nada, ¿Recuerdan lo cruel que puedo llegar a ser? Me quedó la duda, no podía ser que no hubiera, y fui a averiguar si podía salir indemne de mi discurso superchamuyero y… Fíjense que sí :). No sea cosa que al Marqués le de por sacarse la espinita que le he clavado (que ya anda con ganitas) y se mande de una y sinmigo (ahí no hay vendetta, ahí directamente LO-MA-TO, al resto del mundo puede ir solo o acompañado por quien se le cante), qué joder.
Hecha la aclaración, arrancamos: todo comenzó con una injusticia, cometida para reparar otra injusticia. Me refiero, en concreto, a los Oscar: ¿Alguien me puede explicar en qué sentido “The hurt locker” (bodrio infumable proyanqui) es mejor película que “Sector 9” (simbiosis de apartheid y ciencia-ficción) o “Avatar” (una patada en la retaguardia de la invasión a Irak)? Y eso son sólo las que yo vi (¿“Preciosa”? dejame de joder, para amarga ya está la vida). Además, la dirigió una mujer, putéenme si quieren, pero la ecuación mina+película de guerra no me cuadra: ¿Alguien vio “K-19, el hacedor de viudas”? ¿Saben quiénes protagonizaron “Valor bajo fuego”? Con una mano en el corazón... ¿les gustó “G.I. Jane”? Si respondieron “no”, ya me comprenden, si tuvieron que googlear, también. Yo tengo mi teoría: tenían que reparar el haberle dado a Titanic (del mismo director de “Avatar”) la estatuilla que no merecía (rubros técnicos nadie discute, incluso mejor director, pero usar tamaña cantidad de excelentes recursos al servicio de una historia pedorrísima fue, como mínimo, pecado), arrebatándosela años después (el circo despiadado de Ben Stiller fue innecesario, fue patear a alguien que estaba en el piso, a sabiendas. Cero gracia nos hizo al Marqués y a mí). Ahora bien, dejemos de lado a James Cameron porque la intro ya es larguísima, yo no soy Axl Rose y esto es un teclado de computadora, no un piano de cola. Y yo estaba pensando en otra injusticia cinematográfica:
En el mismo año, Ridley Scott dirigió dos historias que tendrían dos destinos muy diferentes: una ganaría varios Oscar (también mejor película) y el premio a la película con más errores (históricos, utilería y demás) y se volvería un clásico, y la otra se perdería en el olvido (y para mí debió ser exactamente al revés) hasta que, un día cualquiera, una mano de uñas pintadas rescataría un VHS polvoriento en un videoclub de barrio, la vería con su novio y juntos harían de ella su película favorita. Son MUY diferentes, una tiene la clásica estructura héroe-villano y es ficción y la otra tiene protagonismo colectivo y está basada en una historia real que ocurrió hace menos de 20 años. Sólo tienen una cosa en común: El olor a macho. A muchas mujeres (y hasta que vi esta película por primera vez, a mí también) les disgustan muchísimo las películas de acción y prefieren las románticas, pero una vez templado el estómago se les puede descubrir el oculto encanto. ¿Su media naranja no se ensucia ni cuando arregla el auto? ¿Se cansó del perfume de su hombre? ¿Está harta de que le use el antifrizz y las cremas? ¡No cometa adulterio! ¡Alquile una de estas y empáchese de la fragancia a músculo transpirado! ¡Satisfacción garantizada! Para muestra, algunos botones, anímese:
Qué se puede decir que no se haya dicho.
Escenas Heavies: es Gladiador. Bueno, ponganle h, la recreación de la batalla de Cartago en el Coliseo es bastante jodida.
Los ojos maquillados de Gerald Butler y las tablas de lavar por doquier lo valen.
Escenas heavies: Todas, a partir del minuto 10
Dice el proverbio chino: si quieres hijos que sean hombres de bien, edúcalos con un poco de hambre y un poco de frío. Yo agregaría: y a los 16 muéstrales esta película.
Escenas Heavies: El crimen de Deusdete y el de Zico.
La hermana rechazada de Gladiador. Se siente el olor del sudor, la tierra suelta, la pólvora. Por algo es mi preferida.
Escenas heavies: ¡Me están jodiendo! Si vieron Gladiador o 300 sin vomitar, esta la pasan de taquito... bueno, porque soy buena: el rescate del Super 6 8 y los gritos de Smith.
Hay otras pelis de acción, como “Ronin” o “La casa de las dagas voladoras”, que las veo cada vez que las dan, pero no entran en la categoría del post, y se quedan afuera.
¿Hay alguna como estas que les encante ver?
Dedicado a Catalina Dlugi y Axel Kuschevatzky, más de una vez quise hacerlos tragar un balde de pochoclo… crudo
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