Como si no fuera suficiente con mis desventuras en el mundo real, la cosa no pinta mejor en el onírico: he vuelto a soñar con esos animalitos, pero, a diferencia de la vez anterior, esta vez sí me dieron miedo. Y asco. Tanto que no pude volver a dormir. Extraño mis sueños en los que me asaltan con pistolas de agua verdes y anaranjadas (no me jodan, eso de los sueños en blanco y negro es falso. En mis sueños leo, veo números, veo en colores)... Mientras siga viendo arañas peludas (¿conté que les tengo pánico a las arañas?), ratas, cucarachas y cosas por el estilo, mis dos nuevas compañeras estarán colgando de mis pestañas, por más rodajas de pepino que les ponga encima... por más que me asuste al pasar frente a un espejo.
prologo
Los soñadores compulsivos son aquellos que han logrado ir por la vida manteniendo con gran cintura el precario equilibrio entre la realidad real y la virtual, sin que ninguna le joda a la otra. Este espacio fue creado para drenar la testa de una de estas cabezas de chorlito, porque, como dijo el poeta:
"Qué lindo que es soñar, y no te cuesta nada más que tiempo"
domingo, junio 27, 2010
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